Controversia en EEUU por envío de cenizas humanas a la luna
La Nación Navajo protesta contra la decisión de la NASA de enviar restos humanos al satélite terrestre, alegando profanación de sus creencias sagradas.
La reciente noticia sobre el plan de la NASA de enviar cenizas humanas a la Luna ha desencadenado una ola de protestas en Estados Unidos, especialmente por parte de la tribu Nación Navajo, cuya reserva india considera este acto como una profanación de gran magnitud.
Este no es el primer episodio de descontento; en 1998, la agencia espacial estadounidense ya había enfrentado críticas después de enviar las cenizas del ex geólogo y científico planetario Eugene Shoemaker a la Luna.
En ese entonces, el presidente de la Nación Navajo, Albert Hale, expresó su indignación, considerando la acción como una muestra de insensibilidad hacia las creencias de los nativos americanos.
La NASA, en respuesta a las críticas anteriores, se comprometió a consultar con las tribus antes de autorizar misiones similares en el futuro. En una carta reciente, Paul Nygren, portavoz de la NASA, destacó este compromiso, así como un memorando de 2021 firmado por la administración Biden, que se comprometió a consultar con la tribu sobre asuntos que les afecten.
Este memorando reconoce explícitamente que los sitios sagrados pueden abarcar “lugares que ofrecen vistas de áreas importantes de tierra, agua o del cielo y cuerpos celestes.”
En una sesión informativa previa al lanzamiento el 4 de enero, representantes de la NASA abordaron la controversia sobre las cargas útiles que contienen restos humanos. Chris Culbert, director del programa CLPS en el Centro Espacial Johnson de la NASA, explicó que las empresas privadas responsables de lanzar cargas útiles no tienen la obligación de aprobarlas antes del lanzamiento, ya que estas misiones son consideradas comerciales.
Culbert señaló que “no tenemos el marco para decirles qué pueden y qué no pueden volar.”
Las objeciones de la Nación Navajo están siendo discutidas por un grupo interinstitucional dentro del gobierno de Estados Unidos. Por su parte, la empresa Celestis, encargada de las cargas útiles que contienen restos humanos, no considera convincentes las objeciones de la tribu.
Charles Chafer, director ejecutivo y cofundador de Celestis, afirmó que el proceso regulatorio que aprueba las misiones espaciales no tiene en cuenta los principios religiosos y que ninguna religión debería dictar si una misión espacial debe aprobarse.
En una declaración enviada por correo electrónico a Space.com, Chafer destacó que “nadie, ni ninguna religión, es dueño de la luna” y que no permiten que las creencias religiosas dicten los esfuerzos espaciales de la humanidad.
Enfatizó que no debería haber una condición religiosa para determinar la aprobación de misiones espaciales, ya que considerar todas las creencias religiosas podría hacer que nunca se aprobara ninguna misión.
La controversia continúa, y la comunidad espera la resolución de este conflicto entre la ciencia espacial y las creencias culturales y religiosas arraigadas en la Nación Navajo.
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